Las mascarillas desempeñan en la población sana en general un papel complementario a las medidas de higiene y distanciamiento marcadas. En transporte público o en espacios reducidos donde mantener las distancias sea más difícil, su uso se convierte en obligatorio. Además, la de un sólo uso deben desecharse, puesto que reutilizarlas anula su efectividad y puede ponernos a nosotros y a los demás en situación de riesgo. En situaciones profesionales y personales de mayor riesgo, se marcan pautas de estricto cumplimiento.