Nuestro municipio comienza a llenarse de colores, con escaleras que nos acercan un poco más a la igualdad, al respeto y a la sana convivencia y banco que son una invitación a sentarnos juntos/as y a compartir conversaciones triviales y trascendentes, alegres y tristes, entre vecinos y vecinas. Vivir en la normalidad de los colores.