Este domingo 26 de enero el municipio se convierte en el epicentro de la cultura ganadera de la isla, con la celebración de la Octava de San Antonio, considerada por tradición la más antigua de Tenerife. El Ayuntamiento ha habilitado un transporte interior adaptado y gratuito, que hará una ruta circular facilitando el acceso a personas mayores y con movilidad reducida.

Finalizando enero todos los caminos tradicionales conducen al barrio de San Antonio, en La Matanza de Acentejo, vestido de fiesta para acoger durante los tres domingos consecutivos a la festividad de santo, los actos conmemorativos en honor al Patrono y Protector de la cabaña ganadera. El Ayuntamiento, ante la afluencia masiva de fieles que peregrinan al barrio para pagar sus promesas, ha previsto para este próximo domingo 26 de enero, día grande con la celebración de la OCTAVA GANADERA, la habilitación de un servicio de transporte adaptado y gratuito, “que facilite la asistencia al templo a las personas mayores o con movilidad reducida, al tiempo que se descarga de vehículos los accesos habituales sumando fluidez y seguridad al conjunto” Para ello se ha establecido una ruta circular a realizar con un vehículo adaptado que tendrá una frecuencia de 15 minutos, con tres puntos de recogida en zonas que disponen de amplios aparcamientos, Rotonda de la Fuente en TF-217, El Montillo y San Antonio. “Además, el transporte interior habilitado por el Ayuntamiento facilitará que los visitantes puedan venir a La Matanza en transporte público, por la cercanía de las paradas de las líneas de Titsa”

OCTAVA DE SAN ANTONIO, UN CULTO QUE ARRANCA CON LA BATALLA DE ACENTEJO

De acuerdo con la tradición la fiesta matancera y devoción a San Antonio se instauró poco después de finalizada la Conquista de Tenerife, como consecuencia del voto realizado por el escribano y conquistador Antón Vallejo ante el lance de haber salvado su vida en la Batalla de Acentejo, acontecida en la primavera de 1494, batalla cuyo frente principal se ha venido ubicando en las proximidades de la ermita matancera. Pacificada la isla, Vallejo recibió del Adelantado Alonso Fernández de Lugo dichas tierras, levantando la primitiva ermita y fundando en 1539, junto a su esposa Francisca Velásquez, la Capellanía y Patronato, dando peso con ello a la creencia de que la imagen de San Antonio que se venera en el templo matancero fue la primera de un santo traída a Tenerife.

De acuerdo con la previsión municipal, se espera que el recinto ferial ganadero que circunda la ermita acoja miles de cabezas de ganado, especialmente vacuno, caprino, equino y ovino, así como la afluencia de cerca de 10.000 personas, situándose el punto álgido de la jornada entre las 13:00 y las 15:00 H., con la bendición del ganado y la entrega de trofeos y distinciones.