Hoy miércoles 11 de marzo de 2020 se hizo pública el acta del primer concurso de microrrelatos sobre la Igualdad -#LaMatanzaAvanzaEnIgualdad-, convocado entre el alumnado del IES La Matanza, en el primer curso de Bachiller, con motivo de las actividades del programa Marzo, Mes de la Mujer. Leandro Reyes Padilla consiguió el primer premio con el relato «Estrellas», Lucia Rodríguez Sanfiel logró el segundo con su texto «Prímula» y el tercer reconocimiento fue a manos de Sandra Martín Fernández con el texto ¿Rosa o Azul? Enhorabuena todo el alumnado que se sumó a la iniciativa.
ESTRELLAS. Primer premio. Leandro Reyes Padilla
Era la una de la madrugada, del domingo pasado, cuando andaba por las calles de mi pueblo.
Era la una de la madrugada, y las estrellas me acompañaban.
Era la una de la madrugada, y un miedo me atormentaba.
Era la una de la madrugada, y ¿habría alguien acechando mi sombra?, ¿habría alguien esperándome en cualquier rincón?
Era la una de la madrugada, y me convertí en una de las estrellas.
PRÍMULA. Segundo premio. Lucía Rodríguez Sanfiel.
Aguanté de pie, el frío, las tormentas y las miradas de pena de las personas que pasaban a mi
alrededor. «Nunca crecerás», me decían. Me cortaron tantas veces que mis raíces no conocían
su origen. Me arrancaron los pétalos, uno a uno. El invierno, las personas que vivían en él me
mataron.
Estoy aquí, de nuevo, soy una prímula. La primavera ha comenzado y es hora de florecer;
todas las demás lo harán conmigo.
Desde que nacemos la muerte baila con nuestras vidas pero, esta vez, la música no sonará.
Porque somos el final del invierno, porque somos mujeres.
¿ROSA O AZUL? Tercer premio. Sandra Martín Fernández.
Los vestidos, faldas y lazos no faltaban en su vestuario. Una habitación llena de muñecas, con las paredes rosa chillón. Clases de piano los martes, y los jueves de canto. Ella tenía que ser una “señorita”. Lo fue durante toda su infancia. Hasta que las faldas fueron sustituidas por unos vaqueros, las mil muñecas se arrojaron a la basura y las paredes chillaron tanto que su rosa se convirtió en azul. Se cortó el pelo, muy corto. ¡Ah! Pero lo adornó con un lazo, color rosa palo. Ella quemó los estereotipos