Durante años ha sido todo un símbolo de la Navidad matancera, con visitantes de todo Tenerife que lo habían convertido en un nacimiento clave en la ruta insular de los belenes más destacados. Este 2022, gracias a la implicación de un grupo de vecinos/as que, además, participan de un taller municipal de belenismo y adornos navideños, volveremos a disfrutar de esta emblemática estampa.